Artículos de opinión

21 de octubre de 2016

Tras la manifestación de 40.000 personas el pasado domingo por la principal calle de la capital granadina, estoy completamente segura de que no sólo la Consejería de Salud ha escuchado el mensaje de la ciudadanía y de los y las profesionales, sino que además va a actuar para corregir cuantas deficiencias e incidencias se hayan generado y que han ocasionado molestias y problemas a usuarios y usuarias de la sanidad pública desde que se produjo el traslado del antiguo Clínico al nuevo Hospital del PTS. Porque sólo escuchar no es suficiente. Algo más de tiempo sigue siendo necesario, el mismo tiempo que pidió el propio consejero cuando se le felicitaba por lo exitoso que había sido el traslado y él mismo y sin caer en el triunfalismo pedía prudencia porque lo difícil empezaba a partir de entonces.

En todo este proceso, la participación de los profesionales y de representantes de la ciudadanía y el diálogo ha existido, así lo avalan dos sentencias del TSJA, pero entiendo y a la vista de lo sucedido el domingo que no ha sido suficiente, que debería haber sido más intenso. Y precisamente en ello se está. No toca despreciar, así sin más, la constitución de un Consejo Asesor, constituido por 24 personas con gran trayectoria profesional en el ámbito de la salud y referentes del tejido social e institucional de Granada, por cierto de distintos colores políticos y representando distintos intereses. No se puede despreciar y a la misma vez quejarse por no estar en él.

Tampoco toca despreciar algunas otras de las medidas que han supuesto y por qué no reconocerlo, un cambio en la postura inicial de la Consejería de Salud: la oferta de una lanzadera, de un microbús que partirá desde el Hospital de La Caleta hasta el Campus de la Salud en una y otra dirección, para facilitar el transporte de los profesionales o la implantación de unas urgencias finalistas en ambos hospitales con el fin de que la atención sea integral, y para lo que será necesario la presencia de especialistas de todas las unidades independientemente de si está o no en esos dos hospitales la especialidad en concreto evitando asi los traslado y lo que ello pueda ocasionar de complicación.

Es imposible trabajar en un nuevo modelo sin tener en cuenta por parte de las autoridades sanitarias a uno de los principales protagonistas: los profesionales. Es imposible que sea exitoso si unos y otros trabajan desunidos. La motivación y la ilusión de estos profesionales es un requisito indispensable para que todo pueda ir bien. Y en eso también habrá que insistir.

Así respecto al modelo hospitalario de la sanidad pública en Granada, dos conclusiones. La primera es que no sería inteligente por parte del Gobierno de la Junta de Andalucía no tomar nota de lo acontecido el pasado domingo en Granada. Toca actuar, toca cambiar.

Y la segunda, que tampoco es justo no valorar absolutamente nada el esfuerzo de la Consejería de Salud en cuanto a la importancia de la inversión en una de las mejores instalaciones y tecnologías que existen en este momento en Europa y no menos importante en cuanto al hecho de que no ha habido ni disminución en la cartera de servicios ni de profesionales, a pesar de que aun algunos intentan colar ese mensaje.
No ha habido recortes, lo que ha habido ha sido un cambio de modelo del que ha faltado información y que siempre hay tiempo para rectificar y cambiar. Un nuevo modelo que conlleva igualdad en el acceso a los servicios de salud sin distinción en función del lugar de la provincia donde vives.

Ahora bien una vez dicho todo esto, de la manifestación del pasado domingo hay algo que me chirría: el despliegue de cargos públicos del Partido Popular. Su presencia en esa manifestación debía haber sido como el agua y el aceite. Aún no sabemos cuál es el modelo sanitario del Partido Popular, aun no sabemos si es el de Madrid o el de Valencia, aun no sabemos si su apuesta es el modelo de la privatización que solo los Juzgados fueron capaces de tumbar o el modelo de Alzira. No sabemos si su modelo es el que deja la palabra universal en el camino de los adjetivos que siempre deben acompañar a la palabra sanidad o el que deja fuera a aquellos jóvenes que han tenido que marcharse a trabajar fuera de su país por en el suyo no encontraban esa posibilidad.No, no somos ignorantes y si, sí sabemos cual es su modelo, tan solo hay que recordar que precisamente ha sido el PP el único artífice del desmantelamiento de la sanidad pública durante el mandato de Rajoy.

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